"Hola me llamo Pawel
Llevo 12 años trabajando para Decathlon en Polonia. Actualmente soy jefe de desarrollo en Polonia.
La historia de mi proyecto empezó hace 6 años, cuando conocí a un sacerdote cuya misión es ayudar a niños y adolescentes con dificultades a integrarse en la sociedad. Me invitó a un campamento de verano de piragüismo en 2013. Era un momento de mi vida en el que quería hacer algo por los demás. Decidí implicarme porque el proyecto estaba muy vinculado al deporte y tenía mucho significado para mí. Llevo participando más de 5 años. Mi papel es mostrar a los beneficiarios que es posible realizar sus sueños, estar con ellos y hacer deporte juntos.
Lo interesante es que mis antecedentes son similares a los de estos jóvenes. Crecí en una familia problemática en un barrio bastante peligroso. Muchos de mis amigos acabaron en la cárcel.
Como ya se ha dicho: hace 5 años, gracias a la Fundación Decathlon, se destinaron 14.700 euros a este proyecto. El dinero se destinó a abastecer a la asociación:
15 tiendas
5 tablas de vela
Decenas de botas y cascos de esquí
El equipo se utilizó durante 5 años en campamentos de verano e invierno.
Estos campamentos son una parte crucial del programa de la asociación. Los adolescentes con los que trabajan los voluntarios durante el año se reúnen dos veces al año. En cada campamento hay unos 80 adolescentes. Durante estas pocas semanas en las que estamos juntos, intentamos enseñarles responsabilidad, respeto y leyes universales. También intentamos mostrarles los beneficios del deporte, para que disfruten de unas vacaciones normales como sus compañeros. Los chicos se encargan de preparar las comidas, mantener el lugar ordenado y participar en diversos cursos, como danza y ética.
Los beneficiarios desfavorecidos proceden de familias desestructuradas, con dificultades económicas, a veces con problemas de alcoholismo, de orfanatos, etc.
A lo largo del año, la asociación acompaña regularmente a los niños, les ayuda con los deberes, les presta apoyo psicológico cuando es necesario y les ayuda a encontrar un empleo.
3 antiguos beneficiarios trabajan ahora para Decathlon
Lo que se me queda grabado es la foto de Igor, a quien conocí hace 5 años: un niño de 11 años con problemas de coordinación que tardó 6 días en bajar esquiando por la pista azul. Igor ayuda ahora a la asociación en cuestiones de organización.
Estoy en contacto con muchos de los adolescentes que han participado en estos campamentos -algunos están estudiando, otros han encontrado trabajo- y veo que todo tiene sentido.
Por desgracia, hace un año, el almacén en el que guardábamos parte de nuestro material quedó destruido junto con la mayor parte de los bienes adquiridos gracias a la Fundación Decathlon.
Decidí pedir ayuda una vez más y la Fundación me concedió 3000 euros y otros 3000 gracias a las tiendas polacas Decathlon de Varsovia. Gracias a esto, podremos reponer gran parte de lo que hemos perdido.
¡El deporte tiene mucho que ofrecer!
Pawel, Decatlón polaco