Destiny, originario de Nigeria, sueña con el baloncesto. Durante mucho tiempo se entrenó sin tener nunca la oportunidad de jugar un partido oficial. Aunque nació en Italia, allí se le percibe como un extranjero. 

Massimo Antonelli, antiguo jugador reconvertido en entrenador, se niega a abandonar a estos jóvenes y funda Tam Tam Basketball. Gracias a la determinación del club, Destiny puede por fin ponerse la camiseta y pisar la cancha, haciendo realidad su sueño. Destiny tiene ahora 21 años y obtuvo la nacionalidad italiana a los 18.

Gracias a este proyecto, más de 1800 jóvenes han tenido la oportunidad de encontrar su lugar, desarrollarse y realizarse. 

"La Fundación Decathlon fue la primera en creer en nosotros. Nos dio un hogar donde crecer, vivir y jugar", afirma Massimo Antonelli.

Hoy, Loubna es profesora de francés en Tiznit, su ciudad natal en el sur de Marruecos. Graduada apasionada, transmite a los demás lo que ha recibido.

En esta foto, tiene 15 años y, para ir a la escuela, tiene que caminar casi dos horas todos los días. Muchas niñas de su pueblo abandonan la escuela.

Pero en 2006, Loubna fue una de las 200 niñas que recibieron una bicicleta gracias al proyecto "Una bicicleta para ellas", dirigido por la asociación Juste pour Eux junto con la Fundación Decathlon. Este medio de transporte se convirtió en mucho más que un simple objeto: le abrió el camino a la escuela, a la libertad y al futuro. Loubna pudo continuar sus estudios, y la tasa de éxito en el bachillerato de las chicas que recibieron una bicicleta fue 3 veces superior a la media nacional.

El impacto de esta iniciativa fue tan significativo que el Ministerio de Educación marroquí, a su vez, decidió distribuir 1,5 millones de bicicletas entre los niños de las zonas rurales del país.

Una bicicleta puede cambiar una vida.

Desde 2022 , los equipos de Decathlon Lisboa se han comprometido a promover el acceso al deporte de las personas autistas. Micas, uno de los beneficiarios, descubrió el CrossFit a los 47 años... y fue una revelación. Se apasionó por la disciplina y progresa cada día.

Hasta la fecha, más de 530 personas, de edades comprendidas entre los 6 y los 65 años, ya se han beneficiado de este programa. En 2023, Micas alcanzó un nuevo hito al realizar sus primeras prácticas profesionales en Decathlon Amadora, unpaso importante hacia la inclusión a través del deporte.

Superarse, revelarse, incluirse. Gracias al deporte.

Béatrice Hess ha hecho de su vida una batalla. Nacida con una discapacidad grave, se convirtió en una leyenda del deporte paralímpico, ¡ganando 26 medallas! Miembro comprometido del consejo de la Fundación Decathlon desde su creación, Béatrice se enamoró del proyecto Handiski, una iniciativa que hace accesible la montaña a las personas con discapacidad.

Gracias a la dedicación de la estación de Morillon, en Alta Saboya, las montañas, antaño sinónimo de obstáculos, se convierten ahora en un patio de recreo y una fuente de asombro para todos.

"Sentí que podía volar y tocar las copas de los abetos. Nunca pensé que podría ir tan alto en altitud un día y experimentar sensaciones tan estimulantes".

El 4 de agosto de 2021, un año después de la explosión que sacudió Beirut, se inauguró el primer skatepark público gracias a la implicación de los equipos de Skateboarding de Decathlon, la Fundación Decathlon y la ONG Make Life Skate Like.

El objetivo: transformar un antiguo descampado en un lugar de convivencia que fomente la esperanza y promueva la inclusión. Independientemente de su origen, sexo o religión, estos jóvenes se reúnen para aprender a patinar.

Mike, un profesor apasionado, da clases a niños palestinos y sirios del cercano campo de refugiados. "El monopatín cambió mi vida. Cuando patinas, solo quieres divertirte; no piensas en cosas negativas... Este lugar les cambiará la vida".

Desde 2021, Decathlon Colombia, a través de su programa Donathlon, ha transformado vidas en La Bendición de Dios, un barrio popular de Barranquilla.

En colaboración con la Fundación Amor Fiel, la iniciativa ha distribuido más de 1.000 piezas de material deportivo y ha organizado más de 150 clases para los niños y jóvenes de la fundación.

Los empleados de Decathlon, actuando como voluntarios, han aportado su experiencia, reforzando la cohesión de la comunidad y ofreciendo a los jóvenes momentos de alegría, esperanza y dignidad, demostrando al mismo tiempo que la solidaridad y el deporte pueden cambiar vidas.

En Phnom Penh , el equipo de Decathlon se ha comprometido a trabajar con la escuela Happy Chandara para hacer del deporte una verdadera palanca de capacitación de las niñas.

En 2021, gracias al apoyo de la Fundación Decathlon, se construyó un campo de deportes en el corazón de la escuela, que apoya a no menos de 1700 niñas de entornos desfavorecidos hacia una escolarización de alto nivel.

Tina Kieffer, periodista francesa, es la fundadora de esta escuela que cambia vidas. "El nivel de educación de las niñas indica el grado de libertad y democracia de un país.

Desde 2014, la asociación entre Apanid y los equipos de Decathlon Madrid ha sido una aventura humana perdurable. Cada mes, más de 600 personas con discapacidad descubren un nuevo deporte, lleno de alegría, intercambio y risas.

Gracias al material donado y a la presencia constante de voluntarios de Decathlon, el deporte se convierte en un lenguaje de amistad y conexión social. 

Manolo descubrió el fútbol a los 75 años, mientras que Ramón, de 41, comparte su alegría por hacer deporte: "Me lo paso muy bien haciendo deporte cuando vienen los voluntarios del Decathlon, sobre todo cuando jugamos al baloncesto".

Regalar una pelota de baloncesto a 1000 niñas de Senegal es ofrecerles una oportunidad: ganar confianza en sí mismas. 

Ante la iniciativa de este proyecto, Syra Sylla, fundadora de Dakar Hoops y Ladies & Basketball, declara: "Darles un balón es darles la oportunidad de entrenarse libremente y ganar autonomía. Este simple balón puede ser el principio de una hermosa aventura para cada una de estas niñas. Démosles los medios para soñar a lo grande y hacer brillar el potencial oculto en cada una de ellas."

Además de las sesiones de baloncesto, las niñas participan en talleres sobre liderazgo femenino y salud sexual y reproductiva.

Sadou, de 11 años, se sentía diferente por su discapacidad. Pero hace seis meses todo cambió. Se unió a un equipo de fútbol adaptado, gracias a Procap, la mayor organización suiza de autoayuda para personas con discapacidad. Ahora, cada miércoles, comparte momentos de fútbol, diversión y amistad con otros niños como él.

En Neuchâtel, 70 jóvenes participan en actividades como fútbol, natación o baloncesto.

Adeline , compañera del equipo Decathlon Suiza, es una de las entrenadoras que les acompaña cada semana. "Enseñar fútbol a niños con discapacidad me permite desafiar mis suposiciones y vivir momentos únicos de compartir, llenos de amor y bondad".